Tuesday, September 14, 2010

Fuck it.

(Ahora) Me cagan los aniversarios.

Me caga esa pinche idea de querer encontrarle un puto sentido a las cosas contando el tiempo que nos separa de ellas. No me interesa el pasado. La neta es que el futuro tampoco pinta mucho mejor, así que no tiene caso celebrar que hace doscientos años algún pendejo quisiera algo: todo el tiempo hay pendejos queriendo cosas. Eso es lo que hace girar al mundo.

A lo mejor nomás es envida por saber que dentro de cien años nadie se va a acordar de mi, que nunca voy a hacer nada que valga la pena conservar y que al final voy a desaparecer en el olvido. Se supone que consuele pensar que no hace ninguna diferencia. :)

Pensaba que el aceptar de corazón el que no soy nada me iba a hacer libre. Sólo me ha hecho miserable.

El hombre es naturalemente soberbio. Nos gusta imaginarnos en los libros de historia o conmoviendo a alguien en el futuro distante y desde la tumba, como Salinger. Pero no todos somos Salinger.

Me siento agrio. Me siento estúpido.

Hay días en que el mundo me parece una estupidez insufrible, una pinche cantaleta monótona que sigue y sigue. Leo las pendejadas que escribía en unas libretas viejas y no me reconozco. Como si las hubiera escrito otro, uno que me parece insoportable e infantil. ¿Quién es ese pendejo? Tienen un fervor maniaco por un chingo de cosas que ahora me cagan. Están llenas de referencias sobre lo hermoso y maravilloso que es todo. No tiene nada de fascinante que haya tantas estrellas ni que las flores sean pinches flores. El mundo nomás es como es y ya.

Ojalá en 2012 de veras de vaya al carajo todo. Ojalá este pinche mundo se queme.

En fin, el punto es que ese síndrome del wey ese de American Beauty que le encantaba ver la pinche bolsa esa en el viento ya se me quitó. Es una puta bolsa y el aire la mueve. Eso es todo.

Igual, el verano se convierte en otoño y no tiene nada de mágico que se caigan las hojas o madres así, no le veo nada de poético a la fragilidad de la vida ni a todas las páginas de mierda que escribí cuando era ese pendejo.

Por eso me da hueva escribir. La neta no tiene caso dejar evidencia de mi pendejez. Es mejor pasar inadvertido y ahorrarle a los demás la monserga.

Y aun así a veces me dan ganas. Es cagado ¿no? Que te den ganas de hacer algo que no sabes hacer. Es como cuando un chamaco agarra una raqueta. No juega tennis, juega a que juega tennis. Igual yo escribo de que escribo pero en realidad no escribo ni madres-- sé que no tengo el cerebro ni la creatividad ni el talento para escribir mejor que un pinche chango, pero ahí voy otra vez.

No mames ¿qué chingados me pasó?

Me pregunto si el wey que escribió en las libretas me reconoce a mi.

Saturday, September 11, 2010

Ninth.

Hoy termina el Ramadán. Es once de Septiembre.

Es un tema delicado, sobre todo para los musulmanes en Estados Unidos. La derecha reaccionaria habla de una celebración islámica del once de Septiembre y la intolerancia tensa el ambiente.

Desde luego, las fechas del Ramadán se mueven. Es el noveno mes del calendario islámico y es coincidencial que éste año el Eid ul-Fitr el sea en la misma fecha que los atentados de Nueva York en 2001. De ninguna manera se trata de celebrar ese evento, pero en la atmósfera de sospecha todo se puede malinterpretar.

Probablemente sea un falta de respeto que yo opine al respecto. Después de todo, no pretendo tener entendimiento alguno sobre la totalidad de los elementos involucrados.

El once de Septiembre y los atentados tienen un lugar especial en mi mente, lo recuerdo como el evento que verdaderamente me hizo sentir involucrado con los asuntos del mundo más allá de mi círculo inmediato. Me enseñó la importancia (y la paradójica imposibilidad) de estar al tanto de los asuntos internacionales.

Es extraordinariamente difícil tener una visión imparcial de eventos al otro lado del mundo. Dependemos demasiado de la interpretación de las compañías de medios. Internet cambió un poco eso, pero la barrera del idioma y las idiosincrasias puede resultar insalvable.

En fin, hoy es otro once de Septiembre complicado y confuso-- las tropas norteamericanas dejan Irak con muy poca fanfarria y regresan a casa en un tono decididamente agridulce, la guerra sigue en medio oriente y las relaciones del islám con occidente siguen siendo espinosas en el mejor de los casos.

No sé.

El Mundo es grande y difícil. Probablemente la nota de hoy debería estar en manos de alguien más inteligente y sensible.

Me siento tonto.

Tuesday, September 07, 2010

Wit.

En un pérgola había una gárgola esquizofrénica y sin corazón que haciendo gárgaras con un diurético tomó una jícama y me la aventó.

¡Pinche gárgola!

Luego, me miró de reojo y con una sonrisita sardónica me dijo:

-Tu no sabes nada entre el ajo y el veintitrés.

Sacó la lengua, hizo bizcos y se fue. En ese momento me sentí muy confundido y decidí ir por partes: antes que nada recogí la jícama. Se la dí a un perro que pasó por ahí en una motocicleta azul. Luego pensé que era conveniente hacer una de dos cosas, bien fuera buscar a la gárgola para extraer venganza o ir al ministerio público a levantar un acta. Como ya me había desecho de la evidencia, fui en busca de la gárgola.

Descubrí en facebook que las gárgolas del barrio se juntan los miércoles en el boliche de Plaza del Parque. Mi venganza poco a poco comenzó a tomar forma.

Sin embargo, eso nos arrastra a un relato de tórridas pasiones que explora la naturaleza de la soledad. Y a nadie le interesa eso.

Al final, todo mundo aprende una valiosa lección sobre el perdón y la justicia en un dramático encuentro de bolos-- con una sorpendente revelación.

Friday, September 03, 2010

Frieday.

De cenas post apocalípticas, mochilas de cuero y computadoras portátiles.

Anoche cené SPAM. El SPAM-- no el que llega a la bandeja de entrada para ofrecer cursos de administración y pastillas para todo tipo de malestares reales y ficticios, sino el que viene en latas azules y se puede guardar para siempre, es algo que me gusta mucho.


Nice in the belly,
where spam is welcome-
not in my inbox



En primera por que me gusta mucho la carne. Pero más allá de eso, hay razones menos obvias; me gusta por que me trae recuerdos muy específicos. Mi padre (siendo un hombre de la guerra fría) es partidario del almacenamiento y el desarrollo de habilidades de supervivencia.

Durante mi infancia pensaba que almacenar harina, miel, cosas enlatadas y municiones era algo normal, que todo mundo hacía los domingos. Después de todo, uno debe estar siempre preparado. Material y mentalmente. Por eso es importante saber usar bien un cuchillo, una escopeta y un brújula.

En todo caso, la opinión de mi padre sobre la inminencia de una guerra nuclear se entiende muy bien tomando en cuenta que nació en 1953. Con todo, aprendimos que es enteramente viable ir al supermercado cada cuatro meses, cultivar tus propias calabazas, alcachofas y ejotes y complementar el resto de tu dieta de fuentes no centralizadas/industrializadas: casi todo está mas fresco en el mercado o en las verdulerias que en el super.

Pero divago: quiero hablar sobre el spam. La mejor manera de cocinarlo es la siguiente:
Se fríe cebolla picada, chiles picados y dos jitomates. Cuando está todo integrado, se agrega una lata de spam finamente picado y se revuelve. Está listo: consúmase en tacos.

Ahora, eso es maravilloso por varias razones. Es una cena que puedes tener en un mundo a-la-MadMax. El spam es comida de búnker; tiene tanta sal que en realidad no tiene fecha de caducidad. Lo puedes comer tres o diez o quince años después de haberlo comprado. Cultivar cebollas (cualquier planta de raíz nutritiva de hecho, como las papas y las jícamas) es muy fácil. Los jitomates y los chiles requieren sólo marginalmente más cuidado. El Forest puede narrar su experiencia con tomates caseros.

Pero claro, no es un buen consejo comer spam con mucha frecuencia o planear tu retiro postindustrial escondiendo un pallet de spam en en el sótano. Tiene cantidades monstruosas de sal y grasa saturada. Si quieres proteínas en un mundo en ruinas es mejor que consigas unas gallinas y unas cabras. Y tener experiencia cultivando cosas es invaluable.

Ah, este post se mueve hacia otro asunto y no es de lo que quería hablar. Bueno sí, pero no sólo de eso. En realidad no estoy tan seguro de qué es lo quería decir. Tenía que ver con patrones de consumo.

Escribo ésto en la laptop que mis hermanos me regalaron de cumpleaños, y en un rato iré a recojer la funda en la que va a ser transportada. Cuando fui a buscar una que fuera apropiada, en muy poco se hizo evidente que era difícil encontrar una de su talla. Es pequeñita. Entonces decidí que no iba a comparar algun portafolio de ñoño hecho en China bajo estándares ambientales y laborales inaceptables. Si tenía que dar dinero, preferiría no dárselo a una corporación.

Preferiría dárselo a un artesano.

Así que fui con un talabartero, un viejito que se dedica a un oficio en extinción. Al rato iré por la mochila de cuero que le encargué. Mañana escribiré sobre cómo quedó.