Wednesday, April 29, 2009

Deep Dark & Cold

As I lay in the dentists chair, I can see nothing but the death white ceiling behind the bright light at the end of the metallic arm now above me. I hear a buzz and a clank of cold stainless steel. 'Do not be troubled, dear'-- she says in a sweet motherly voice. 'Is that a drill?' I ask in false confidence, like it was the most casual of things. 'No, dear, of course not. This is called an OBLITERATOR'.

Hell was turning out not to be nearly as fun the brochure suggested.

Tuesday, April 28, 2009

Walk.

Idealmente, uno debería ser capaz y estar dispuesto a renunciar a todo en cualquier momento sin chistar. Con una absoluta capacidad de desprendimiento, sin mirar nunca hacia atrás, se es completamente libre solo cuando no tienes nada ni deseas nada ni te importa nada. Pero entonces, ¿para qué estás vivo? Si no tienes ni deseas ni te importa ni amas ni extrañas nada, daría en realidad lo mismo que estuvieras muerto. ¿Quién eres en soledad?

Ayer, recorriendo la noche a pie, entre los talleres del ferrocarril y viendo mi reflejo entre los fantasmas de bronce del museo, me detengo a ver una palomilla en el suelo. Es gris con marrón. Camino un poco más. A veces, caminando de noche me imagino que soy otro. Con otro nombre, con problemas distintos, con otros amigos y otros miedos y otros recuerdos. Que soy otro, uno que ni siquiera habla español, que no vive en ésta época ni en éste mundo. Otro, uno que se ve igual que yo pero es otro. Trato de no imaginarlo demasiado por que me da miedo volverme loco, me da miedo que ese sea el verdadero y que cuando camina de noche entre los talleres del ferrocarril y ve su reflejo entre los fantasmas de bronce del museo se imagina que es yo, solo por que está harto de ser él.

Camino un poco más. Ahora pienso que sería agradable hablar con alguien, por que me siento solo y vagamente triste. Entonces me imagino a Félix, alto y moreno, dando zancadas largas junto a mi y me dice 'no lo pienses tanto que te vas a volver loco'. Luego llegamos a una esquina y nos despedimos, por que Félix va a casa de su abuela y yo sigo por la avenida. Hasta luego y buenas noches.

En un escalón hay un pedazo de papel, parece tener pan o alguna otra cosa obviamente comestible. Hay tres cucarachas saqueándolo con impunidad. También algunas hormigas. Hay dos cucarachas más en camino. Una de ellas es pequeña y pálida. Pienso en matarlas, solo por que soy mas grande que ellas y podría matarlas sin que me pasara nada. Podría matarlas solo por no dejar la oportunidad de aplastar alguien, de abusar de un poquito de poder. No les hago nada. Parecen estar ocupadas. Parecen estar contentas.

Debo llevar al menos una hora caminando. Me duelen un poco los pies y se está haciendo tarde. Pero no tengo ganas de ir a dormir, no tengo ganas de estar quieto. Quiero seguir caminando, para siempre, como un camello. Me imagino peregrino visitando tumbas de santos. Me imagino vagabundo. Me imagino Holden Vitaminas Caulfield imaginando una bala en el estómago. Me imagino fantasma.

Ah, esa es la mejor, imaginarme fantasma. Le hago una historia instantánea, con haciendas y venganzas y romances a vapor. Le pongo un rostro y una levita y un bigote bien recortado. No le pongo nombre. Pero le pongo un hermano rencoroso y un caballo tuerto y al final le pongo una daga entre las costillas y listo, soy un fantasma taciturno recorriendo un mundo de sombras y secretos develados.

Luego me aburro de imaginar eso, y me pongo a extrañarla terriblemente. Camino un poco más, sacudo mi mente y me pongo a pensar en la identidad. Es un tema recurrente y algo que me interesa mucho. Luego en la soledad y en la muerte y en Dios y en el futuro y en el amor y en el lenguaje. Estoy cansado. Ha sido una conversación interesante, me habría gustado compartirla.

A veces es tan extraño habitar en mi mente.

Monday, April 27, 2009

Survivalist

Claro, AHORA todos son amigos del loco que tiene un refugio anti nuclear. ¡Ni madres! Se rieron de mi, y ahora yo estaré contento comiendo spam mientras a ustedes se los comen los zombies.
*clank*

Wednesday, April 22, 2009

Our time, take 2.

Bien, entonces divagué como siempre y luego escribí dos renglones sobre los rituales de paso. Un ritual de paso celebraba el cambio de expectativas sociales, la llegada de nuevas libertades y nuevos compromisos. Aun si la transición en realidad era paulatina, comenzando meses o años antes del ritual y extendiéndose por un tiempo después, había un día a partir del cual ya no eras un niño. Eso no pasa ahora. De hecho, el concepto de “adolescente” es más o menos reciente. Adquirió una nueva dimensión con la revolución industrial.

Ahora, con nuestra monstruosa capacidad de generar recursos, no es necesario que los niños trabajen en la granja en cuanto sean físicamente capaces. Pueden permanecer al cuidado de sus padres durante mas tiempo; hace dos mil años era normal casarse a los catorce años, ahora es normal vivir con los padres a los veinticinco. Es cierto que necesitamos más años formativos simplemente por que ahora hay mas cosas que aprender para poder funcionar en el mundo, hemos amasado un muy respetable compendio de trivialidades y un puñado de conocimientos importantísimos. Además, la educación se sistematizó y estandarizó, gracias también a la liberación del trabajo manual que nos trajo la industrialización de los procesos que antaño requirieron ejércitos de trabajadores.

El hecho de que la idea de adolescencia haga difusa la linea entre ser un niño y ser un adulto aunado a que la supervivencia dependa cada vez de manera menos directa en el trabajo para un gran número de seres humanos resulta en que muchas personas simplemente nunca se convierten en adultos. Nunca lo necesitan.

Ahora, ¿qué es ser un adulto?

El carajo con Peter Pan y su neotenia, ser adulto no tiene nada que ver con perder la esperanza. Como yo lo veo, ser adulto significa aceptar las consecuencias de tus actos. Que puedes hacer lo que quieras, siempre y cuando estés dispuesto a pagar el precio. También está relacionado con la independencia. Con no necesitar (o poder salir adelante sin) una figura paterna, real o imaginaria.

Es fácil encontrar figuras paternas de refacción, para que nuestras mentes infantiles se cuelguen de ellas. Además, para el hormiguero es bastante conveniente que seamos niños barbados. Nos hace más inseguros y por ende mas manipulables. Es más fácil convencernos de que necesitamos un montón de cosas para sentirnos seguros y aceptados-- ser consumidores más diligentes, con menos capacidad de crítica y nula capacidad de rebelión.

Así que la falta de rituales de paso tiene que ver con el consumismo.

Uno puede decidir participar de las partes de nuestra cultura que están jodidas o no, y uno puede decidir si necesita muletas o no.

Crecer, a final de cuentas, no se trata de qué cosas recoges, sino de qué cosas tiras. Arroja por la borda toda la mierda que se te impone, acepta la responsabilidad de tu propio destino. No necesitas la aceptación de nadie ni tienes derecho de juzgar a otros. Experimenta el mundo, hazte con tiempo de una brújula moral cada vez más confiable y haz lo que tengas que hacer. No eres una hoja seca sin rumbo en el viento.

No tienes que serlo.

Tuesday, April 21, 2009

Our time

Ayer mientras yo manejaba mi Honda Civic en la interestatal 57, se cumplían diez años del tiroteo en Columbine.

Es algo que recuerdo con bastante claridad, por que aunque entonces yo tenía 14 años y apenas una borrosa visión del mundo, adiviné en esa noticia algo de gran importancia. No lo supe en ese momento, pero tenía que ver (sospechaba) el espíritu de nuestros tiempos, con la naturaleza de nuestra cultura. Incluso con nuestra naturaleza a secas. De ese evento y otros posteriores, de libros, cervezas demasiado conversadas y desvelos con las pupilas dilatas a la oscuridad, concluí que debía haber algo profundamente errado a cerca de la civilización.

Después del tiroteo, era necesario para la satisfacción de todos que se señalara pronta y eficientemente al culpable. Por que tenía que ser algo, una partícula de nuestra cultura. El heavy metal, los videojuegos, el gobierno, la cafeína. Era culpa de algo, de un producto, de una industria, de un individuo. Tenía que serlo. Era y es aterrador pensar que esas cosas sean producto de todos, el reflejo de nuestra identidad colectiva. Que ellos fueran chicos normales, que el ambiente en el que crecieron no haya sido considerado inapropiado por nadie hasta después, autopsiando el caso.

En realidad, la forma en que entiendo el mundo ahora sigue bastante enmarañada, creo que tengo algo pero no sé aun por dónde comenzar. Más que nunca, vivo en un mundo de detalles, de correlaciones y de apariencias. De comportamientos emergentes, de azar y de causas insospechadas. El mundo me parece ahora más complicado, más bello, mas aterrador, más interesante. Más grande, más efímero.

Bien, no puedo divagar párrafo tras párrafo y eventualmente tengo que escribir de lo que el aniversario de Columbine me llevó a pensar, sin entrar en los detalles de cómo es que llegué a pensarlo. Así que parece no tener relación, pero como dije antes, es una maraña y las correlaciones insospechadas ocurren con alguna frecuencia. Así que voy a hablar, por lo pronto de los rituales de paso. Ya luego haré un cuadro del zeitgeist que tiene a los adolescentes en jaque éstos tiempos y de la relación que tiene eso con ésto. Luego (o quizá solo con una café cargadísimo y los oídos atentos de alguien que me tenga paciencia) elaboraré sobre el hormiguero y el gran complot acéfalo que rige todos los aspectos de la civilización.

Nos hemos quedado sin rituales de paso. En las sociedades del pasado, hubo casi siempre un evento que marcara claramente el final de la infancia.

Carajo, tengo que irme. Mañana seguiré con ésto. Quizá hasta sirva para organizarlo un poco mejor, a pesar de que eso vaya en contra de uno de las principales virtudes del blog como medio, y le quita espontaneidad. En la escritura libre no hay reglas, así que no me lo tomaré demasiado en serio.

Mañana más.