Sunday, September 11, 2005

Remember.

Hoy es once de septiembre. Es un día importante para nuestra generación. Me dijeron que el WTC se estaba quemando. La clase se terminó y todo el grupo fue a la cafetería para ver las noticias. Entonces ví que un avión se había estrellado contra la torre. Se decía que era un horrendo accidente. Después, el segundo avión constató que no era ningún accidente. Una de las torres colapsó. Luego la otra. Luego nos enteramos de que otros dos aviones habían sido secuestrados, uno cayó en un páramo despoblado, el otro en el Pentágono.

Es cierto. Miles de personas murieron. Personas que no eran los culpables del dolor que motivó a los atacantes. Una injusticia increíble. Y las injusticias atroces a penas comenzaban.

Estados Unidos sufría ataques de una forma que no conocía en tierra propia. Un símbolo de su idiosincrasia oficial se había convertido en una montaña de escombros. El miedo y la incertidumbre se apoderaron de la población y el movimiento mediático oficial alentaba una xenofobia colectiva. Muchos tomaron la decisión de odiar desenfrenadamente a los atacantes, juraron venganza y aplaudieron a Bush cuando anunció su plan bélico de respuesta. Otros, lograron ver mas lejos.

La gran tragedia del once de septiembre estriba en la serie de eventos que desencadenó. No solo en la destrucción unos edificios. Justificó una guerra sin sentido. Afganistán sufrió. Los misiles norteamericanos no discriminaron. Miles de civiles inocentes, que no tenían relación alguna con Al Qaeda padecieron los estragos de la guerra. El dinero que pudo haber ayudado a los damnificados en NY a reconstruir sus vidas se gastó en bombas y balas.

Es cierto. Miles de personas murieron. Personas que no eran los culpables del dolor que motivó a los atacantes. Solo que esta vez los atacantes tenían tanques y portaaviones.

¿Por qué fue destruido el WTC?

En realidad, es sumamente difícil saberlo. La versión de “they hate freedom” no acaba de convencerme. Eventualmente, la guerra llegó a Irak. Convenientemente, asegurar los pozos petroleros se convirtió en prioridad. Es importante notar eso.

El once de septiembre y sus consecuencias son importantes para nuestra generación. Marcan el ejemplo ideal de lo que la intolerancia, la ambición, el miedo y el odio pueden hacer. Hoy es once de septiembre y es un buen momento para reflexionar sobre nuestros errores del pasado. Es un buen momento para recordar a Hitler y a Pol Pot. Para recordar a Hiroshima y a Nagasaki. Panamá y Vietnam. A Salvador Allende con su tragedia de septiembre, a John Lennon y al Ché Guevara.

Para no olvidar, no olvidar nunca. Para preguntarnos qué hay en el pasado para el futuro.

Tuesday, September 06, 2005

Good advise always comes too late.

Si pudiera darle concejos a la gente de décadas pasadas, quizá incluiría éstos:

1930’s. Si, se va a poner peor.
1940’s. La energía nuclear parece una buena idea. No lo es.
1950’s. Se los dije.
1960’s. Nixon es un bastardo. El LSD parece perfecto; no lo es. Maten a Pol Pot. Mátenlo ahora.
1970’s. Llévensela suave con el petróleo. No hay tanto como creen.
1980’s. Se los dije. El Atari 2600 no es el pináculo de los videojuegos. De verdad
1990’s. Cobain no puede ser reemplazado. No tiene caso intentarlo. Poner la palabra “Xtreme” en el título de refritos no los hace geniales. Los hace sonar estúpidos. No inviertas tu dinero en SEGA.

Friday, September 02, 2005

Not that happy.

Hay cosas que simplemente no me gustan, Y una de ellas es dormir borracho. Ni siquiera un poco. Por ejemplo hoy. Fui al barrio francés con unas chicas muy lindas y tomé un par de cervezas y un poco de un licor extraño que Brian consiguió no sé donde. Y ciertamente no estoy mamado. Ya he escrito posts estando rotundamente influido por el néctar de Baco y todos sabemos cuan horrendos han sido. Hoy estoy apenas bajo el sutil efecto del fermento en mis venas y el destilado en mi mente. Pero no quiero dormir así. A pesar de que el llamado de Morfeo es cada vez mas fuerte, me le opongo con un sorbo de sopa instantánea con mucha salsa de soya y limón.

Me quemé con la puta sopa. Es una desventaja de calentar el agua en la tetera a ésta altitud; para cuando silva el agua ya ha llegado a una temperatura demencial, que a nivel del mar se habría evaporado en un parpadeo. Carajo, ojalá estuviera lo bastante borracho como para no sentir el ardor en los labios. Sin embargo, agradezco mi sobriedad para sentir el ardor sus labios.

Bien, éste sorbo ha sido picoso pero indoloro. Albricias por las leyes de la termodinámica, que tratan de igualar la temperatura de mi sopa con la del resto del Universo.

Ahora, aun falta un rato para que me sienta perfectamente en mis cabales y pueda dormir como a mi me gusta. ¿Será eso una necedad de borracho? Probablemente. Sin embargo, no estoy tan borracho. Pude manejar sin problema. Puedo operar una computadora sin chistar. No volaría un avión, ni operaría a Flipper. De hecho tampoco sobrio la haría, en primera por que no soy veterinario. En segunda por que me caga Flipper. Que se muera piche Flipper.

El texto avanza y el alcohol en sangre pierde terreno. Pero aun falta un poco, así que tendrán que soportar un rato de esto. Hoy ví a Julie (la chica del otro post, la francesa bonita) pero no me hizo demasiado caso. Y curiosamente, me importó muy poco. He desarrollado una fea tendencia a aburrirme muy rápido de la gente y de las situaciones. Si fuera un poco más sabio, podría disfrutar de todo momento en fructífera serenidad. Pero no soy Chinchachoma.

Mañana la fiesta es en un bar llamado Bamboo. Jamás he ido. Quizá jamás vaya, los antros o discotecas me aburren mortalmente. Ya lo he expresado antes, Escuchar música digestiva a 90 decibelios mientras se paga una pequeña fortuna por unas cervezas y algún trago dulce e inocuo no es mi idea de diversión. Sobre todo si se convive con chamacos fresas y pedorros que presumen los bienes de sus papás. Pero bueno, eso es otro asunto.

Al fin y al cabo, estamos hablando de sexo. Digo de sopa. Estamos hablando de sopa.

La sopa española de almeja es una de las mejores cosas que el hombre ha hecho. La sopa de cebolla también es buena, pero si uno quiere ver a una mujer durante la quincena, es mejor abstenerse. La humilde sopa instantánea me ha restaurado. Ahora mi temperatura corporal es óptima y puedo dormir feliz. Gracias por la compañía, mi querido monitor y teclado. Y gracias por la paciencia a un autor nocturno, mi bienamada audiencia. Buenas noches. O buenos días, según como lo vean.