Tuesday, March 21, 2006

Art in my Pants.

El arte es una cosa complicada de definir. Tiene que ver, sobre todo, con los sentidos. El mundo que nos rodea es explorable a través de los cinco sentidos con los cuales la mayoría de nosotros venimos equipados de agencia. Vemos, escuchamos, tocamos, olemos y saboreamos. Sin embargo, tenemos otro sentido.

La abstracción.

Dentro de nuestras mentes, hay cosas que no son perceptibles a través de los sentidos físicos. De hecho, hay cosas tan abstractas que ni siquiera existen en el mundo fuera nuestra cabeza. Por ejemplo, las operaciones matemáticas. Los números. Ahora, hay quien dirá ‘momento, los números existen en el mundo real, mira, te voy a dibujar un 5’- pero eso es solo la representación del cinco. Cinco sillas. Cinco casas. Mientras las sillas y las casas existen independientemente de las palabras que las representan, el cinco no. Alguien que no supiera qué son los números vería las sillas y las casas, pero no vería el cinco.

Cuando le preguntaron su nombre a Fenris Garou, contestó ‘Me gustan mucho las flores. Y la carne. Le tengo miedo a los fantasmas. Todas esas cosas te dicen más acerca de mí que mi nombre. La palabra no es la cosa’. Citando desde luego a Mauriccio D’Giorgio; ‘La palabra no es la cosa’.

En tan breve sentencia, el gran D’Giorgio expone el drama fundamental de la dialéctica. La palabra ‘silla’ no es una silla. Es solo una secuencia de fonogramas que por convención, equivale a la idea de una cosa hecha para sentarse. Un 5 no es un cinco. Particularmente en el caso de las medidas adimensionales. ¿Cinco qué? Y ni comencemos a hablar del cero, esa cosa que no es nada. En el mundo real no existe algo que sea nada. Sin embargo, todos sabemos qué significa 0.

Por que cuando está, entonces está ausente.

Pero bueno, yo hablaba de lo complicado que es hacer una definición satisfactoria del arte. Además, estamos hablando de sexo. Digo de arte. Estamos hablando de arte. En primer lugar, me parece complicado, si no es que imposible, encontrar una representación perfecta de una noción abstracta, que sea apreciable con los sentidos físicos. ¿De qué color es el cinco? O el tiempo. Aun si uno lo ve con cosas más mundanas; ¿de que color es la nostalgia? ¿A qué huele el amor? ¿Qué forma tiene la democracia?

Ahora, es fácil hacer relaciones. Para mi la nostalgia es una cosa azul pálido, el amor huele a canela y la democracia es cuadrada y naranja. Pero si voy a una exposición de arte y llevo una escultura cuadrada y naranja y la titulo LA DEMOCRACIA, es poco probable que alguien vea la relación entre ese cubo y mi idea.

Supongo que el arte es eso, la expresión de ideas abstractas con los sentidos.

Han sido días interesantes, pronto concluiré la saga de Monterrey.

Saturday, March 11, 2006

In a little while.

Jesus H. Christ. Been a while since I posted this drunk. Anyway, I am leaving tomorrow so I hope I'll be able to post in here soon. Again, forgive me for my poor, poor English. And belive me, my German is even worst.

And to be honest, I like German better. It it a lot more complicated, but a lot more eloquent. It is more like Spanish, I guess. In terms of redaction, that is.

A lot of Guinness today. A lot.

Friday, March 10, 2006

ARGH!

Estoy sentado en un sillón viejo tomando güisqui y la bandera nazi a mi lado comienza a ponerme realmente incómodo. Odio esa bandera.

Entonces. La semana pasada fui a Monterrey y me la pasé increíble, vi a dos compas excelentes que no había visto en un buen rato.

Llegué temprano al aeropuerto. Por cierto, Interjet es una gran aerolínea. Sumamente barata, aviones nuevecitos, azafatas lindas y muy buen servicio. Pero pues el punto no es ese. Llegué al aeropuerto completamente preparado y fresco como una lechuza/lechuga. Como siempre, volar me resulta enormemente gratificante. El sonido de los motores ganando potencia, ver el movimiento de los alerones durante la comprobación de controles, luego se incrementa la curvatura superior a la vez que entramos a la pista. Los motores rugen furiosos y antes de notarlo estás volando.

Un vuelo interesante. Tuve la precaución de comprar un boleto del lado izquierdo del avión, en primer lugar para poder ver la Sierra Madre. Además, viajaba casi verticalmente hacia el norte y era temprano, no quería tener el Sol en la oreja todo el camino. Durante la mayor parte del trayecto estuvo completamente despejado, lo cual permitía una vista genial. Paso algo extraño, cuando llegamos a la parte de la cordillera que queda al sur de Monterrey, nos zambullimos en un mar de nubes, o mas bien un lago cuya costa eran las montañas. Las nubes no podían pasarlas, así que de un lado había el típico clima soleado del desierto y del otro estaba completamente nublado. Un verdadero serendipiti, por que no me va muy bien con la luz solar.

Llegue al aeropuerto de Mty y Mario ya me estaba esperando. Como Miguel estaba en camino, decidimos esperarlo. Y es IMPOSIBLE esperar a alguien en un aeropuerto sin sucumbir a la ser y beber unas cervezas. Probé la XX Ambar, que es algo así como la cruza de una XX Lager y una Negra Modelo. Después de un par de chelas, llegó Mike. Fuimos a su casa, pero como Mario y yo teníamos los motores andando, nos vimos forzados a detenernos el primer Seven Eleven que vimos para comprar mas cerveza. A eso de las 6 y después de varios paquetes de seis, ya estábamos más que borrachos. Mario se fue a un concierto y Miguel y yo nos fuimos a un bar.

El bar estaba genial y repleto de chicas lindas. Después de unos martinis de mango, zarzamora y demás cosas tropicales, Roberto ofreció su casa para rematar unas cuantas cervezas extra. Y así fue. Cuando llegamos, di un respingo al ver una bandera nazi en la pared. A pesar de lo ofensivo que me resultó, decidí poner en práctica mi noción de tolerancia ideológica y le pregunté a Roberto por que chingados la tenía ahí. Me dijo que era solo su valor estético inmediato y no su significado histórico lo que le gustaba. Una razón tan buena como cualquiera. Dejé de pensar en ello.

La saga continua mañana, por lo pronto los dejo con esto: