Tuesday, March 04, 2008

Well, thank you.

Calabozos y Dragones es, con un margen bastante amplio, mi juego favorito. Hace cuatro años, uno de mis hermanos me platicó fascinado de un juego que se trataba de contar una historia fantástica entre todos. Cada jugador hacía un personaje, y narraba lo que hacía. El éxito se determinaba con un sistema de dados. Había otro jugador que hacía el papel de árbitro, describía los escenarios y ponía los retos que los jugadores debían resolver. Me pareció una tontería. Sin embargo, eso de contar historias siempre me ha gustado y la oportunidad de narrar una aventura colectiva me llamó la atención. Por fin, un día decidí intentarlo.

Es un juego maravilloso. Antes de darme cuenta, era un héroe arturiano, blandiendo mi espada contra adversarios formidables.

Lo que hace a D&D tan bueno, es que el único limite es tu imaginación. No es un juego de mesa dónde alguien gana y alguien pierde. De hecho, no hay un final establecido. El objetivo de cada juego, (y el juego en sí) es tan diverso como las personas que lo juegan. Es un poco de teatro improvisado, un poco de juego de estrategia y una actividad de grupo completamente diferente a cualquier otra. Jugando D&D formé lazos nuevos con gente con la que he estado siempre, y a veces recordamos las aventuras que hemos tenido en nuestro mundo privado como si recordamos las vacaciones del año pasado. Dentro de nuestras historia, somos otras personas. Somos guerreros, magos, elfos.

Hoy murió Gary Gygax, uno de los creadores del juego. Ahora me pregunto por qué nunca traté de escribirle o participar en un foro con él. Vivió para ver su idea crear una industria, y acercar gente de todos los estilos de vida.

Supongo que era feliz. Espero que lo haya sido. Sé que lo que creó me ha dado muchas horas increíblemente divertidas. Creó algo que ha puesto a pensar a millones de personas. Y un pasatiempo que involucre un esfuerzo mental, definitivamente es algo bueno para el mundo.
Muchas gracias, Señor Gygax.