Man and Winter.
Hans camina y camina y ya está enumerando su vida por las calles de Berlín. El colegio y los cigarros que daban placer fingido a las tres y media de la tarde, todos los días. El cotilleo de casillero, las bancas frías y siempre, siempre era invierno en ese edificio sin alma atestado de esperanzas e idealismos y pasiones y vendettas que se forjaban con los puños y con los labios.
Hans camina y camina y le llama la atención como siempre la idea de que antes de Berlín todo aquello era bosque y los zorros no comían basura en los callejones y sus presas no eran plaga sino fauna y no había ningún Hans caminando y sintiéndose solo por las calles de Berlín en un invierno adolescente.