Spank your way.
Las características que hacen atractivo a un gorila son simples, lo que tiene que hacer para sobrevivir está muy claro. El hombre perdió esa ventaja hace tiempo. Las leyes de la evolución dictan que el más apto sobrevive y deja sus características ganadoras en el banco genético de su especie. Pero, ¿Qué es lo que hace a un humano apto para sobrevivir?
Hasta antes de la medicina moderna, la clave era no enfermar siendo niño. Cuando la expectativa de vida era de 25 años, la mayoría de los que contraían algún mal o sufrían una herida seria en sus años formativos, no llegaban a dejar descendencia. Por eso era importante dejar herederos genéticos lo mas pronto posible.
Los padres inexpertos eran propensos a fracasar como productores y protectores, y la mortalidad infantil era muy alta, perpetuando así el círculo vicioso. La vida era corta y había que ser padre muy joven, aun cuando la posibilidad de supervivencia de los hijos fuera baja, por lo que ellos también tenían que ser padres en cuanto les fuera fisiológicamente posible. La población de la especie se mantenía controlada.
Pero eventualmente, pasó algo. Comenzamos a organizarnos en grupos más grandes que una familia, lo cual resultaba más eficiente y más seguro. Los hijos de todos recibían alguna protección por ser parte de la comunidad y la tasa de mortalidad infantil decreció dramáticamente. Nuestro número comenzó a aumentar. La complejidad de nuestras relaciones, también aumentó.
En una familia, hay un solo jefe. En una comunidad multifamiliar, hay un jefe y muchos subordinados. En una tribu, ya hay jefe, chamán, sabio, general y matrona. Ahora tenemos delegados, embajadores, lugartenientes, sacerdotes, parlamentos, diplómatas autómatas y un sistema social tan ridícula, absurda e inoperantemente complejo que dejó de ser funcional hace ya un rato.
Pero no entremos en vericuetos sociales incendiarios. Al fin y al cabo, estamos hablando de sexo. Digo de status. Estamos hablando del status.
En éste mundo moderno, ¿Cómo le hacemos para elegir pareja? Si, el instinto es importante. Buscamos inconscientemente indicadores de fertilidad. Caderas anchas que permitan emerger del vientre a nuestros vástagos y voluminosos senos que los alimenten. Todos queremos hijos sanos y fuertes que dejen nuestros genes en el mundo aun después de que nos llegue el momento de abandonarlo.
Creo que el punto aquí es decidir qué buscamos. Por que han quedado lejos los días en que se podía cortejar a una chica lanzándole una vaca y presumiéndole que nunca nos ha dado escorbuto. Ahora es más difícil. A algunas les basta con presumirles un meche y un orgulloso hueso político. Pero las que valen la pena son más complicadas. Esperan no solo que uno sea un espécimen ejemplar, sino también una persona interesante. Y ser una persona es bastante más complicado que ser un humano.