Monday, March 14, 2005

Meet Joe-one-eye Black

El Chovatón no decepcionó ni a propios ni a ajenos. Comida en abundancia (unas rajas con crema que no alcanzan descripción), mucha cerveza y algo así como diez patonas de bacacho, además del otrora clásico Oso Negro. Grrrr.

Llegué temprano, junto con Mike y Herdez. De inmediato dimos rienda suelta a nuestro ávido deseo de apagar una abrasadora sed que tenía horas atormentándonos. Al poco rato, comenzó la llegada de celebridades, del Flasto a Karlita, del Tule al Cui e inclusive Toño y Fer La Belleza Peña hicieron su aparición, junto con figurones de la talla del Mota, Kobe y Tom.

La algarabía fue plena y las risas fluían por las gargantas, a una tasa que competía con la del chupe. En algún momento lleve a Maca (mamadísimo) por su señora (extrañadísima) y regresamos a la fiesta. Le pegué a Herdez. Herdez me pegó a mi. Maca soltó la sopa de un modo que habría espantado al mismísimo Padre Merrin (aun disfrazado de Forrest) y mi auto terminó atorado en una coladera. Un policía, una grúa y doscientos pesos después, mi auto estaba libre de nuevo.

No se a que hora llegué a mi casa. El sábado transcurrió sin novedad, veía un documental de la filmación de El Señor de los Anillos cuando cayeron Herdez y su primo (un verdadero cabroncito de trece tiernos años y negrísimas intenciones) Eder. Fuimos a un centro comercial a hacernos pendejos, a tratar de reconstruir los eventos de la noche anterior que vagamente recordábamos y a esperar en vano la llegada de alguna chica linda. Y si llegó una, pero me gusta mucho su mejor amiga y a ella le gusta mucho uno de mis mejores amigos. ¿Suena como una situación interesante, no?

Por cierto, me llamó en algún momento de mi embriaguez de puertorriqueño en boda y recuerdo como el 7.2% de la conversación. Pero creo que no hubo bronca. Espero.

En otras noticias, mi examen de Contabilidad Financiera será repetido, dado que a todo el salón le fue de la retro-chingada (me incluyo) y la fecha fijada es el primer martes después de semanasanta. Lo cual es una bendición y una maldición en igual medida, por lo siguiente:

a)Puedo estudiar toda la semana
b)No se si esté en mi casa durante la semana
c)En caso que el inciso b ocurra, no voy a estudiar ni madres toda la semana
d)Huilas
e)Todas las anteriores
f)Preferiría pasar la semana leyendo en algún lugar tranquilo

Si, preferiría pasar la semana en un lugar tranquilo. Pese a lo aguafiestas que eso podría sonar, hay un puño de razones que lo validan, entre ellas:

1.-TODO está hasta la madre en semanasanta
2.-Los precios aumentan locamente
3.-No me gustan las multitudes (ver http://antuasol.blogspot.com/2005/02/im-weirdo.html )
4.-Huilas

Sin embargo, quizá termine visitando una playa o luchado en barro con una tortuga gigante. O visitando a una tortuga gigante, que sea lo bastante amable como para invitarme a tomar el té festejando su no-cumpleaños.

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