Thursday, February 04, 2010

Sinking about you...

-Está bien. Tu ganas. Yo tampoco puedo más.

Soltó el remo.

Ella, con la piel del mismo color que su vestido carmín hecho jirones, lo miró desde el otro lado de la balsa con una mueca de profundo desprecio. Era increíble que hace apenas setenta y dos horas, aquella ruina bailara perdida en sus brazos, bellísima, con el cabello rubio en perfectos rizos hasta lo hombros y una mirada tan diáfana como los cielos de primavera.

Pero los cruceros también se hunden. Igual que el amor a primera vista.

1 Comments:

At February 9, 2010 at 10:18 AM, Anonymous Anonymous said...

BRAVOOOOOOO me encantó está buenísimo, me recordó a un poema de Bécquer que empieza Tu eras el huracán, yo la enhiesta roca que (...no se qué)... tenías que arrollarte o abatirme... ¡no pudo ser!

 

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