Tuesday, January 26, 2010

Hit the road!

Estoy tratando de escribir de nuevo.

Era algo que de verdad disfrutaba muchísimo, y de pronto pasó algo. No sé exactamente qué, pero de repente ya no me daban ganas de escribir. No es que no estuviera pensando, sólo que ya no quería escribirlo. Cuando lo hacía me parecían puras pendejadas. Tenía la impresión de que nada de eso valdría la pena leerse, que en realidad daba lo mismo que estuviera ahí o no.

Mi blog, mi noble y bienamado blog siempre ha sido una cosa más o menos personal. La verdad es que nunca filtro lo que pongo aquí, y es una ventana bastante clara al interior de mi enorme cabeza. Y esa era la bronca-- de pronto ya no me gustaba lo que había ahí. Siempre me he sentido cómodo en mi piel y nunca he tenido demasiadas broncas conmigo.

En realidad, podría decir que me gustaba mucho ser yo. Y me gustaba mucho el mundo. Mucho.

Sé que suena muy extraño, y la verdad es que yo tampoco lo entiendo, pero siento una fascinación infantil por un montón de cosas. Tanto que llega a estorbarme. Desarrollé el mal hábito de pensar en todo al mismo tiempo y era increíble. Poco práctico pero increíble. Estamos rodeados de información y patrones y relaciones entre las cosas, y si le quitas el freno de mano a tu mente y dejas a todo entrar, el mundo se transforma en un espectáculo ensordecedor. Es demasiado. Simplemente es demasiado. Si estás simultáneamente maravillado por la complejidad de tu sistema vascular, las relaciones climáticas de las nubes y las distancias entre los objetos del espacio terminas teniendo casi una epifanía, acostado en el pasto con cara de idiota.

Cada quien vive en su propio mundo y yo era muy feliz en el mío. Y entonces pasó algo. Se me murió algo, por decirlo así. Es como si hubiera estado perdidamente enamorado del mundo y ahora pasara por un desencanto que lastima, pese a lo terriblemente cursi que suena eso. Hasta pensé que eso era nomás madurar, después de todo la gente grande nunca se detiene a ver un bicho interesante.

Pero.
Entonces.

Se me pasó. Llegó poco a poco y poco a poco se fue. Claro, no es ningún secreto que mi corazón tuvo un par de rounds en los que le tocó una saludable paliza, pero no creo que hay sido exactamente eso lo que me puso en tan agria tesitura. Porque ahora parece nomás parte de lo que hace tan interesante al mundo y tan rica la experiencia humana. Después de todo siempre he estado dispuesto a experimentar mi condición de mortal sin demasiadas restricciones y no soy quebradizo.

Entonces, como siempre, izo las velas y avanzo.

No sólo porque no haya en realidad tantas opciones, sino porque de verdad parece lo correcto.

Y no es para lastimarte ni para despedirme. Sabes que te quiero y que te voy a querer siempre. Hay que recoger los platos rotos y prepararse para la próxima función. Ya con el tiempo le encontraré sentido y al final me hará una persona más grande. Y necesito ser una persona grande para vivir una vida grande.

El show debe continuar.

1 Comments:

At February 8, 2010 at 9:00 PM, Anonymous Ñ said...

Bienvenido de vuelta bro, todos los que te conocemos y queremos sabíamos que sencillamente algo no estaba bien. Sinceramente carnal, es un gusto leer (con unos días de retraso) que ese Mayro que tanto admiro ha vuelto más fuerte, fuerte como solo el nuevo motor V8 de la Chevrolet Cheyene.

En realidad es bueno darse cuenta que a veces muchas cosas/personas que consideramos importantes, están de más, eso nos hace más libres y menos críticos de nosotros mismos.

¡Un abrazo mai!

 

Post a Comment

<< Home