XA-BSF

Jalar el control de profundidad hacia atrás para levantar la nariz. Ayer fue un día importante.

Me levanté temprano. Casi no había conseguido dormir, estaba ansioso. Hacía frío y temía que el mal clima lo echara todo a perder. El camino al aeropuerto se me hizo eterno, y llegué bastante antes de la hora acordada. La escuela es agradable, y la secretaria me ofreció café. Ya estaba lo suficientemente despierto y nervioso, así que lo rechacé cortésmente. Entré al salón, y vi que en el pintaron había un letrero de bienvenida. Lindo detalle. Había leído el manual de tapa a cubierta, pero la prueba importante sería entonces. Esperé diez larguísimos minutos, mirando frenéticamente el reloj y exigiéndole con la mirada que diera las ocho de una buena vez. Incólume, lo hizo a su paso. A las ocho en punto, con precisión militar entró el instructor.

Me habló de los hermanos Wright, de mecánica de fluidos, de bordes de ataque, peraltes y motores, fuselajes y superficies primarias. De hélices y reactores, de turbocina y gasavión, de rutas y documentos, de flaps y alerones. Detalles del panel de control y lectura de los instrumentos. Ahora solo faltaba la parte que no se aprende en los libros. Fuimos al hangar.

No estoy enteramente seguro de que sea algo coincidencial, pero la primera vez que ves el avión que vas a pilotear, ocurre algo dentro de ti. El pulso aumenta, se dilatan las pupilas y resulta imposible disimular la sonrisa sincera y nerviosísima. Quizá fue solo efecto de las condiciones lumínicas. Era temprano en una mañana nublada, y al abrir la puerta del hangar, lo ojos tardan un segundo en acostumbrarse a la relativa oscuridad del interior. Ahí, serenamente esperando el momento de regresar a las nubes, un C-172 blanco me veía fijamente a los ojos. Me pareció que él también estaba sonriendo.

Inspección visual. Todo en orden. Muestra del combustible, azul pálido y nítido. En orden. Inspección de la cabina. Todo en orden. Remoción de los seguros. Comunicación con torre de control, XA-BSF (exa-alpha-bravo-sierra-fox), hay ventana, pueden proceder a la pista número uno. Ignición. Mi instructor me da indicaciones desde el asiento del copiloto. Presión del aceite, en orden, presión del combustible, en orden, el GPS está activado, la radio también, estamos en la pista. Acelera hasta 4mil rpm, suelta el freno. Esta cosa gana velocidad rápido, como si no le gustara estar en tierra. Cómo vibra. Cuánto ruido.50 nudos, 55 nudos, los compensadores están en su lugar, 60 nudos, 65 nudos, jala el control de profundidad para levantar la nariz. Ya no está vibrando. Ya no estoy nervioso. Ya no estoy en tierra.

La pista se aleja debajo de mi, veo los hangares desde arriba. Hay un poco de viento, pero no es problema. Baja a 2500 rpm. Libertad. Sobrecogedora libertad. Un poco de vértigo, que en quince minutos se convierte en euforia. Desde aquí se ve mi casa. Quiero meterme en esa nube, ahora quiero ir atrás de ese cerro y luego por encima, para ver catedral y el centro. Ahora vamos hacia allá, hacia el centro comercial. Qué chiquito. Ahora enséñeme a dar vueltas cerradas, ay dios se siente horrible, no, no es cierto es genial. Que no baje de 60 nudos que se desploma. Bueno, no, en éstos se puede planear. Como un pájaro. Lo estoy haciendo bien. ¿Ya pasó una hora? Bueno pues, regresemos al aeropuerto y veamos si entendí la parte del aterrizaje. Aproximación en paralelo, viro con timón. Flaps arriba, a 10. Disminuye la potencia, aun vas muy rápido. No te preocupes, la pista es mucho mas larga de lo que necesitamos. 60 nudos. 55 nudos, se activa la alarma de desplome a metro y medio del asfalto. El primer contacto es brusco y rebotamos. Conserva la calma, baja la velocidad y hazlo de nuevo. Sabes como hacerlo, concéntrate. Así. Muy bien. Bastante mas suave, las tres llantas están en tierra. Disminuye la potencia. Comienza a frenar. Hazlo despacio. Bien. El instructor sonríe satisfecho y me da una palmada en la espada. Media hora después, está en la oficina del director, yo espero afuera. Salen ambos.

Bienvenido.

En un extraño giro del destino (que le atribuyo a la patológica inestabilidad del guionista) he entrado en una de las academias del Cessna Pilot Center (http://learntofly.com/howto/cpc.chtml). Inesperado, ¿no?