Wednesday, June 22, 2005

King of the Hill.

Ah, muchas cosas han pasado desde mi último post. Gracias a la gente que comentó sensualmente. Ayer fui al aeropuerto a despedir a mi primata, que regresa a su Madrid. Se siente demasiado gacho despedir a alguien que quieres. Sin embargo, me da gusto que ella esté contenta. Bien, comenzaré la narración, incontexta al principio y violentamente reveladora hacia la mitad, con algún detalle de humor extraño a la postre.

Los cantos gregorianos, aun sonando a través del distorsionado par de viejas bocinas, le dan solemnidad a la neblina que haciende entre los árboles. Por encima de las copas de los árboles, se fe difusa la cima de la montaña. El camino es sinuoso y levantamos una nube de polvo a pesar de ir despacio. Hace frío, veo en el retrovisor que Sylvan se congela en la caja.

Llegamos al refugio y de ahí caminamos hasta el filo, desde donde se pueden ver las lagunas del cráter. Cómo me gustan los volcanes. Está muy nublado y comienza a hacer frío. Pronto será de noche, así que decidimos bajar al bosque para buscar algún lugar amigable para poner el campamento y pasar la noche. Bajamos al Parque de los Venados. Dejamos la camioneta, bajamos las mochilas y caminamos un rato, hacia el río. Pronto encontramos un lugar perfecto.

En un claro del bosque hay una pequeña colina, bastante plana en la cumbre. Ahí han crecido formando un semicírculo unas plantas de mas o menos un metro de alto, llenas de flores moradas. Justamente atrás de la colina, el terreno desciende hasta el río y se le puede escuchar fácilmente. Si fuera un druida, ese lugar sería idóneo.

Bebimos cerveza, asamos todo tipo de cosas en un sartén sobre las brasas, hablamos, cantamos y reímos mucho antes de dormir. Pensamos que va a llover. El cielo se despeja. La Luna se ve demasiado hermosa, y emite una luz tenue y gris que inunda el bosque.

Ojalá estuvieras aquí.

En la mañana, regresamos al parque. Quesadillas y café. Luego subimos de nuevo al cráter. Que color mas extraño e hipnótico tienen estas lagunas. Está bastante soleado, pero aun así hace un poco de frío y el agua está helada. Supongo que así es el verano a esa altitud. Probablemente por eso me gusta tanto esta montaña.

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