Monday, April 25, 2005

So sassy.

El viernes salí de clase sumamente sediento. Y hambriento. Ambas cosas tienen agradable remedio en las Enchiladas, donde comí y bebí cerveza con algunos cofrades. Luego, fuimos a casa de Fubu, donde una mesa de billar, unas caguamonsters y luego un par de pomos de ese veneno al que algunos llaman ron dieron tregua a nuestras atribuladas mentes.

Sin embargo, los colegas doctores del Sr. Fubu iban a cenar y un septeto de borrachos impertinentes no hacían juego con la decoración, ni quedaban a tono con el postre ni el guisado. Así que tras dar las gracias y despedirnos del Ámese Fubu, partimos a casa de Ozzy. Habían llegado Brian y Sean, que amablemente nos dieron pizza en su casa para recuperar fuerzas.


Una vez en casa de Ozzy, nos entregamos de nuevo a los placeres de Baco. Prontamente Brian demandó la compañía de su mujer, así que fuimos por ella. Luego Flasto se me aproxima saltarín como siempre y recomienda un bar irlandés en el centro. De irlandés tenía muy poco aquel bar (con la salvedad de ser verde y tener un poster de un trébol de cuatro hojas) sin embargo una característica fundamental si fue respetada; la venta de Guinness.

Ah, manjar de malta, líquido oscuro como las noches gaélicas y espeso como el revolotear de pixies y sprites entre el cielo y la verde planicie que se extiende en lontananza. Bebimos dos, pagando modesta treintena de varos por cada una. Luego fuimos al Damishi. Ahí, ya no teníamos ganas ni presupuesto para beber, así que caminamos un par de cuadras en la noche platónica y comimos pambazos. (ver imagen sin relación alguna con el texto p.c++)


Imagen sin relación alguna con el texto p.c++ (tengan miedo, tengan mucho miedo)

Llegué a casa, dormí un poco, soñé bastante y el sábado me recibió con un poco caballeroso dolor de cabeza.

Pasa el día sin novedad; en la tarde Flasto tiene ganas de beber café y pues café bebemos. Bebíamos café y escribíamos en una libreta comprada minutos antes las ideas aisladas que eventualmente se convertirán en guión cinematográfico y después (con suerte) en cortometraje.

No vi al divino tormento en todo el fin de semana, lo cual es triste. Por lo demás todo marcha relativamente bien.
Hoy ha habido cambios para uno de mis cofrades. Dolorosos pero sin duda para bien a largo plazo. Espero que la soltería y su libertad intrínseca le den la bienvenida que se merece. Sin duda será así.

1 Comments:

At April 26, 2005 at 6:31 PM, Anonymous Anonymous said...

QUE ONDA ANTUA? CUANDO LE PINTASTE EL NUMERO 43 A TU NAVE.

 

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