Punk-a-pope.

O “Poke-a-punk-pope”. O “Puke-a-poet”. Perejil. Hoy pasé como una hora buscando perejil. Fui a la verdulería habitual, y con horror escuché al verdulero decirme que no había (contrario al estereotipo de su contraparte femenina, el verdulero es sumamente amable). ¿Cómo que no hay perejil? ¿cómo puede no haber perejil? Es una hierba banquetera, se da hasta en la mugre de debajo de las uñas, es más barato que la fayuca y mas chafa que Octagón. Ahora, eso no es lo indignante. Fui a otra verdulería, y tampoco tenían. Una idea siniestra acechó mi mente: ‘Oh, válgame, ¿a comenzado a acaso una escasez mundial de perejil?’ Afortunadamente, una señora que vende huaraches (los que se comen. O sea sí, técnicamente te puedes comer un huarache de cuero, pero ha de ser horrendo) fue lo bastante amable como para venderme un manojo de su personal stash. Y hasta ahí llega la saga del perejil.

Pasando a otra cosa completamente diferente, he de anunciar algo. Tengo motivos para creer que el Chola es un vampiro. Bueno no, no tengo. De hecho no creo que lo sea. Bien podría serlo, pero no hay nada que me haga pensarlo. Y como éste blog fue muy corto, lo compensaré con un gato muy largo. Yeah.



¿Increíble verdad? Creo que eso es todo por hoy. Ah no. Leí un cuento ayer, llamado Come Lady Death, de Peter S. Beagle y es realmente bueno. Mmmmm beagles... espero éste fin de semana poder comer uno de salmón asado, es rebueno.